- Colocar en un bol la harina previamente tamizada, la harina de almendras y el cacao amargo. Mezclar y agregar la manteca fría cortada en cubos. Frotar con una espátula de plástico para panadería o con las manos hasta deshacer toda la manteca y lograr una arena. Agregar el azúcar impalpable y mezclar.
- Incorporar las yemas y realizar un fraisage, que consiste en volcar la preparación sobre la mesada, aplicar presión sobre la masa con la palma de la mano, de a pequeñas porciones, hasta homogeneizar todos los ingredientes. Este proceso se puede repetir hasta tres veces.
- Estirar la masa entre dos láminas de polietileno o papel film hasta lograr 3 milímetros de espesor. Dejarla descansar en la heladera 30 minutos. Luego, cortar círculos de 9 cm de diámetro. Fonzar (forrar con masa un molde) las tarteras individuales, disponerlas sobre una placa cubierta con papel siliconado y congelarlas.
- Precalentar el horno a 170 °C y cocinar las tartas durante 8 minutos, la superficie debe quedar opaca. Desmoldarlas en caliente y dejarlas enfriar sobre una rejilla.
Una vez frías, colocar el dulce de leche sobre la base de cada una. Este paso se puede realizar con la ayuda de una manga de repostería o con una cuchara, aunque esta última opción hará que cueste que quede parejo. - Para la ganache, picar el chocolate y reservarlo en un bol. Calentar la crema de leche en una cacerola hasta que rompa el hervor y volcarla sobre el chocolate picado. Dejar reposar un minuto y mezclar con un batidor de mano hasta lograr una crema lisa y brillosa.
- Verter la ganache sobre cada tarta hasta llegar al borde superior. Refrigerar en la heladera una hora.
- Pelar el mango, descartar el carozo y cortarlo en cubos de 0,5 cm de lado. Tapar las tartas con una buena cantidad de estos cubos. Rallar el limón sutil y terminar con hilos de su piel sobre el mango.
Mil hojas de biscuit y dulce de leche
Precalentar el horno a 210 °C. Colocar a baño María el chocolate picado. Fundir la manteca y agregársela. Retirar del…